Depresión en la pareja ¿De qué forma afecta al bebé?

17 enero, 2024

La salud mental de la pareja es un aspecto fundamental que debe considerarse, antes, durante y después del embarazo. Su cuidado, en la fase previa a la concepción, debe considerarse con suma atención, ya que los cambios físicos y emocionales que implica convertirse en padres pueden incrementar la ansiedad y agravar una depresión no tratada, lo cual impactará en el desarrollo del bebé por nacer y su futuro.

Enfermedades, como la depresión, durante el embarazo tienen consecuencias negativas en los bebés. “En la etapa intrauterina, el feto está inmerso no solamente en líquido amniótico, sino también en el “recipiente emocional” de la mente de su madre y padre, el cual puede ser más o menos favorable para un desarrollo emocional saludable y que depende de la situación específica de la madre y el padre en cada embarazo”. (Salud Mental Perinatal, Maldonado-Durán Martín, OPS).

¿Cómo se producen estas afectaciones? De acuerdo con la epigenética, el desarrollo y el ambiente prenatal son fundamentales en el futuro de las personas. El término epigenética significa más allá de los genes y se centra en el estudio de cómo los factores ambientales pueden activar o desactivar los genes. El entorno en el que un bebé se desarrolla antes del nacimiento aporta potentes experiencias, que modifican químicamente la expresión de ciertos genes durante su formación.

De acuerdo con una diversidad de estudios realizados por el Center on the Developing Child de la Universidad de Harvard, “las experiencias como la desnutrición, la exposición a toxinas químicas o drogas y el estrés tóxico antes del nacimiento o en la primera infancia, no se olvidan, sino que se integran en la arquitectura del cerebro en desarrollo a través del epigenoma”. (Epigenética y desarrollo infantil: cómo las experiencias de los niños afectan sus genes, 2018)

Estos “recuerdos biológicos” asociados con los cambios epigenéticos pueden afectar a múltiples sistemas de órganos e incrementar el riesgo no solo de impactos en la salud física y mental, sino también de deficiencias en la capacidad de aprendizaje y el comportamiento en el futuro.

Diversas investigaciones han demostrado que la ansiedad y la depresión maternas durante el embarazo están asociadas con la presencia de síntomas del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y autismo en algunos infantes.

La reconocida película In Utero, de la directora Kathleen Man Gyllenhaal, aborda la vida de los seres humanos en el vientre materno y cómo las experiencias vividas en esa etapa impactan directamente en el desarrollo integral de las personas, en su comportamiento y en la sociedad. El filme evidencia la relación entre las emociones maternas durante la gestación y los cambios epigenéticos en el ADN de los infantes expuestos  a la depresión y ansiedad maternas.

Así también, varios estudios muestran que las mujeres con depresión previa a la gestación tienen una probabilidad mucho mayor de deprimirse durante esta etapa. Este factor debe discutirse y tratarse antes de la concepción, ya que entre el 8 y el 14% de mujeres experimentan ansiedad y/o depresión en la gestación.

Cuando hablamos de cuidar la salud mental en la etapa de planificación del embarazo, no solo incluimos a la madre, el bienestar emocional del futuro padre debe tomarse en cuenta. Su salud mental y su nivel de estrés emocional afectan directamente a la calidad de su esperma y esto influye en la posibilidad de lograr un embarazo con su pareja, así como en la salud de su hijo por nacer.

Existe evidencia de que la salud mental del padre antes de la concepción puede afectar el desarrollo cerebral de su bebé. Esto se denomina “herencia transgeneracional de experiencias paternas” y puede suceder porque ciertas emociones del padre, como la ansiedad, podrían cambiar la expresión de los genes en sus células germinales.

La afectación de manera indirecta podría llegar a darse, si su apoyo a la madre es mínimo o nulo, ya que esto eleva el riesgo de depresión materna durante y/o después del embarazo.

Como hemos visto, queda en evidencia que las experiencias estresantes a las que puede estar expuesta la pareja durante la etapa de planificación del embarazo, en la gestación, durante el parto y los primeros meses de vida de su bebé, pueden producir cambios químicos que alteran su desarrollo, generando un mayor riesgo de que el infante desarrolle en el futuro enfermedades mentales, ansiedad generalizada y depresión.

Por ello desde la Fundación de Waal recomendamos una valoración psicológica previa al embarazo, como una poderosa herramienta para la prevención de afecciones prenatales, debido a la influencia que tiene el entorno en el desarrollo del bebé por nacer.

FUENTES:

 

 

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