La primera infancia influye en el futuro de los niños

28 marzo, 2023

Los primeros mil días de la vida de un niño tienen la misma importancia para su desarrollo, que los cuidados que se deben mantener antes de su concepción y durante su gestación. Desde el nacimiento de los bebés y durante sus primeros dos años, toda la atención y el cariño que se le brinden disminuyen el riesgo de sufrir enfermedades y discapacidades que puedan afectar su futuro.

Desde la Fundación de Waal (FdW) creemos que aspectos como el crecimiento y el desarrollo integral; la adecuada estimulación, una nutrición completa, los controles médicos oportunos y las buenas prácticas parentales dentro de una crianza respetuosa, son elementos fundamentales para lograr una atención integral en esa etapa de la vida, que lleve a un desarrollo pleno de los niños y las niñas.

Crecimiento y desarrollo físico, mental y emocional

El crecimiento y el desarrollo son aspectos básicos en la existencia humana. Las niñas y los niños están en constante crecimiento desde la concepción, el nacimiento y la primera infancia hasta llegar a la adolescencia. Este proceso se da de forma continua, rápida e integral durante los primeros años e implica no solo el incremento de peso y talla, sino el desarrollo de todos los órganos y sistemas, así como la adquisición y consolidación de habilidades en las diferentes áreas como el habla, el razonamiento, la capacidad motriz, las emociones, etc.

Cada infante crece y se desarrolla a un ritmo propio. Sin embargo, existen indicadores o acciones que la mayoría de los niños pueden hacer a una edad determinada, y que nos dan una idea de su evolución integral (Centers for Disease Control and Prevention – CDC, 2021).

Hasta los primeros 24 meses de edad, alcanzar hitos como decir dos palabras juntas, formando pequeñas frases; señalar las cosas que aparecen en los libros; habilidades de la comunicación gestual como saludar con la mano, enviar besos, decir sí o no, con la cabeza; sostener algo en una de sus manos, mientras utiliza la otra; correr, subir varios escalones con o sin ayuda; comer con cuchara, entre otros, son fundamentales para observar el desarrollo de su cerebro.

De acuerdo con Unicef (Desarrollo de la primera infancia, 2021), más del 80% del cerebro del bebé se forma antes de los tres años.  El desarrollo del cerebro es una parte esencial durante el embarazo y la primera infancia, gracias al cual los niños y las niñas adquieren las habilidades físicas, cognitivas, emocionales y comunicacionales para el resto de su vida.

No invertir en esta etapa implica altos costos económicos y sociales para las comunidades y los países. (Invertir en la primera infancia, para el desarrollo, Fundación de Waal, 2020), así lo avalan los estudios del premio Nobel de Economía, James J. Heckman. Su trabajo como experto en economía del desarrollo humano, en conjunto con psicólogos y neurocientíficos, ha evidenciado que el desarrollo que alcanzan los niños durante la primera infancia influye directamente en la salud, la economía y los procesos sociales para cada individuo y por ende para cada sociedad.

Para el Nobel, brindar la educación adecuada durante la primera infancia promueve las habilidades cognitivas junto con las habilidades conductuales que convierten el conocimiento en experiencia y a las personas en ciudadanos productivos, empáticos y resilientes.

Y de manera contraria, cuando la gestación y la primera infancia de un ser humano se producen en entornos adversos y sin los cuidados adecuados, existe el riesgo de que niños y niñas adquieran enfermedades o deficiencias que generen una discapacidad o que limiten su desarrollo para toda la vida.

Estimulación oportuna en la primera infancia

La estimulación oportuna es un conjunto de acciones que proporcionan a los infantes sanos, las experiencias que necesitan para el desarrollo máximo de sus potencialidades físicas, mentales, emocionales y sociales. De este modo, previene el retraso o riesgo de retraso en el desarrollo. Su aplicación en niños y niñas que presentan algún déficit de desarrollo permite, en la mayoría de los casos, llevarlos al nivel correspondiente para su edad cronológica. (Fundación de Waal, 2023).

Estas actividades pueden iniciar desde que el bebé tiene dos meses de edad, aunque es importante reiterar que durante la gestación los niños y las niñas reciben los estímulos de su entorno.

El juego y el aprendizaje basado en el juego son aspectos muy importantes para formar el cerebro y las destrezas que requiere un niño. “El juego con bloques, por ejemplo, está relacionado con mejores notas en las pruebas de lenguaje. Las investigaciones también muestran una relación entre el juego imaginario de los niños y el desarrollo de sus capacidades funcionales y de superación, incluida la capacidad de controlar los pensamientos y las emociones”. (La primera infancia importa para cada niño, Unicef, 2017)

Las actividades de estimulación pueden realizarse en casa, mamá, papá o la persona encargada del cuidado del bebé debe realizarlas. Para ello es importante que conozca las áreas primordiales a trabajar. Estas son, área motora, área de comunicación/lenguaje, área cognitiva, área sensorial y área socioafectiva.

Es importante conocer los períodos de atención de los niños de acuerdo con su edad madurativa. En líneas generales se menciona que el tiempo adecuado, dedicado para realizar una actividad de acuerdo con la edad es, en los recién nacidos y hasta bebés de 1 año, un máximo de 3 minutos. Con niños de hasta 2 años, entre 8 a 10 minutos, e infantes de hasta 3 años, se pueden realizar las actividades en un tiempo de 10 a 12 minutos.

La pauta de cuánto tiempo se puede estimular la dará el mismo niño. Siempre y cuando el bebé se muestre atento, entretenido y disfrutando de la actividad que se está realizando se puede continuar estimulando, y debe concluirse o interrumpirse en el momento que comience a demostrar falta de atención, irritabilidad o incomodidad. (Estimulación Infantil debe continuar, Fundación de Waal, 2021).

El Paquete de Cuidado para el Desarrollo Infantil (CDI) de Unicef cuenta con una serie de recomendaciones que pueden aplicarse desde el hogar, para jugar y estimular con los bebés durante sus mil primeros días de vida.

Juegue Comunique
De 1 semana a 6 meses Ofrezca a su niño o niña oportunidades para ver, escuchar, sentir mover sus brazos, piernas y tocarle a usted.
Mueva lentamente objetos de color para que él o ella trate de alcanzarlos.
Ejemplos de juguetes: sonajero o anillo grande en una cuerda.
Sonría y ríase con su niño o niña.
Hable con su hijo o hija. Inicie una conversación copiando los sonidos, arrullos y gestos de él o ella.
De 6 a 9 meses Dé a su niño o niña objetos caseros limpios y seguros para manipular, golpear y dejar caer.
Ejemplos de juguetes: recipientes con tapas, vasijas y cucharas metálicas.
Imite los sonidos y responda a los intereses de su niño o niña.
Llame a su niño o niña por su nombre y observe cómo responde.
De 9 a 12 meses Esconda el juguete favorito de su niño o niña bajo un paño o en una caja y observe si puede encontrarlo. Juegue a “Cu-Cú” tapándose la cara con un paño o pañuelo. Diga a su niño o niña los nombres de las cosas y personas. Muéstrele cómo decir cosas con las manos, como “adiós, adiós”. Ejemplo de juguete: una muñeca con cara.
De 12 meses a 2 años Dé a su niño o niña cosas para apilar, o poner y sacar recipientes. Ejemplos de juguetes: objetos para encajar y apilar, un recipiente y pinzas de ropa. Haga preguntas sencillas. Responda cuando él o ella trata de conversar. Muestre la naturaleza, libros de imágenes, y las cosas dentro y fuera de la casa. Háblele sobre ellas.
De 2 años en adelante Ayude a su niño o niña a contar, nombrar y comparar cosas. Construya juguetes sencillos para él o ella. Ejemplos de juguetes: objetos de diferentes colores y formas para clasificar o pegar; pizarras con tiza o rompecabezas. Anime a su niño o niña a que hable y responda a sus preguntas. Enséñele cuentos, canciones y juegos. Hable sobre imágenes o libros. Ejemplos de juguetes: libros con ilustraciones.

Fuente: UNICEF, 2022.

Nutrir para alcanzar mejores oportunidades

Las deficiencias nutricionales en las primeras etapas de la vida pueden causar diversas formas de malnutrición. La malnutrición durante los primero mil días de vida puede ocasionar retrasos en el crecimiento, aumentar el riesgo de infecciones, debilitar el sistema inmunológico y predisponerlo para desarrollar enfermedades como la diabetes o la hipertensión en el futuro.

Además, “se relaciona con discapacidades cognitivas que afectan la capacidad del niño para aprender en la escuela y obtener ingresos durante la vida adulta” (La primera infancia importa para cada niño, Unicef, 2017)

¿Cómo garantizar una nutrición correcta durante los primeros dos años de vida de un bebé? A lo largo de la historia de la humanidad ha quedado registrada la importancia de la lactancia materna para el desarrollo de los niños. Sin duda es la manera natural y más eficiente de alimentar y protegerlo de enfermedades infantiles y algunos padecimientos en su vida adulta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la leche materna tiene la capacidad de aportar todos los nutrientes y la energía que requieren los niños durante sus primeros días de vida y sigue aportando “hasta la mitad o más de las necesidades nutricionales de un niño durante la segunda mitad del primer año, y hasta un tercio durante el segundo año”. (OMS, 2023).  Este organismo enfatiza en que los infantes que han sido alimentados con leche materna, de manera exclusiva durante los primeros seis meses, evidencian un mejor desempeño en las pruebas de inteligencia, son menos propensos al sobrepeso o la obesidad y a padecer diabetes.

Casi todas las mujeres están en capacidad de dar de lactar a sus hijos. El apoyo que puedan brindarles la pareja, la familia y el entorno es fundamental para lograr una lactancia exitosa y prolongada. El artículo de nuestro blog, La lactancia materna es lo mejor para tu bebé contiene una serie de recomendaciones para lograr una lactancia exitosa.

Y al pasar a la etapa de la introducción de la alimentación complementaria y en los años siguientes, la prioridad debe ser lograr una dieta variada y equilibrada. A los seis meses, se deben introducir alimentos sólidos, semisólidos y blandos. Entre los 6 y los 23 meses de edad, es fundamental garantizar una alimentación diaria frecuente que incorpore una variedad de grupos alimenticios.

Los controles y la asistencia médica previenen enfermedades y deficiencias

La prevención y el tratamiento oportuno de las enfermedades, la asistencia a las evaluaciones pediátricas, mantener actualizado el esquema de vacunación y garantizar una adecuada higiene para los niños durante su primera infancia disminuyen los riesgos de sufrir padecimientos o deficiencias que puedan afectar su vida y su desarrollo.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las malformaciones congénitas, la gripe y la neumonía, y las lesiones se encuentran entre las principales causas de muerte en niños de 1 a 4 años.  (Salud del niño, OPS, 2022).

La Academia Americana de Pediatría ha desarrollado un esquema de periodicidad, con el que establece que las revisiones médicas del bebé sano deben realizarse cada mes durante el primer año de vida y después, a las 15, 18 y 24 meses, recalcando que ante cualquier duda de salud o en el desarrollo del infante, los padres deben buscar atención médica de inmediato.

Las visitas periódicas a los servicios de salud previenen enfermedades, a través de la aplicación de las vacunas correspondientes; realizan el seguimiento del crecimiento y desarrollo del bebé y permiten detectar algún signo de alarma o un retraso en los aspectos que se consideran importantes en su evolución. Además, los profesionales médicos pueden sugerir pautas de sueño, alimentación, comportamiento, juego y estimulación, para una atención integral de las niñas y niños en su primera infancia.

FUENTES

Desarrollo de la primera infancia, Unicef, 2021

La primera infancia importa para cada niño, Unicef, 2017.

Salud del niño, OPS, 2022.

Lactancia materna, OMS, 2023.

Informe de la Octava Reunión del Grupo Asesor Técnico de Atención Integrada en el Contexto del Continuo Materno-Recién Nacido-Salud Infantil (AIEPI), OPS, 2010.

El programa para las visitas de control del niño sano de la AAP, 2022.

Indicadores importantes: su hijo de 2 años, Centers for Disease Control and Prevention – CDC, 2021.

Estimulación infantil debe continuar, Fundación de Waal, 2021.

Invertir en la primera infancia, para el desarrollo, Fundación de Waal, 2020

Manual para padres: Actividades de estimulación infantil temprana para niños de hasta 3 años de edad, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), editado especialmente para la emergencia sanitaria del Covid-19, BID, 2020.

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