Ácido fólico, un aliado en la prevención de discapacidades

25 enero, 2023

El ácido fólico o folato, es vitamina B-9 y es un nutriente fundamental para la producción de células nuevas y la formación de glóbulos rojos. Su importancia se incrementa durante la planificación del embarazo, puesto que previene algunos defectos que pueden afectar al cerebro y la columna vertebral de los bebés por nacer.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el ácido fólico ocupa un papel clave contra los Defectos del Tubo Neural (DTN). Los DTN incluyen un gran número de malformaciones congénitas producidas cuando “el tubo neural abierto, presente en las primeras etapas de desarrollo del embrión humano, no logra el cierre durante el primer mes de embarazo”. (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades y OPS, 2009).

El tubo neural es la estructura que se desarrolla en los embriones, antecediendo al sistema nervioso central, y da origen al encéfalo y la columna vertebral. Mientras ocurre la formación de los órganos, si éste no se cierra por completo en alguna parte de su largo, provoca un agujero en la columna vertebral u otro tipo de problema.

Las consecuencias de los DTN

Este tipo de defectos de nacimiento se producen en las primeras semanas de la gestación, generalmente antes de que la mujer sepa que está embarazada. Por eso es fundamental la planificación del embarazo, con una preparación de por lo menos tres meses antes de la concepción.
Los dos DTN más comunes son la espina bífida (un defecto de la médula espinal) y la anencefalia (un defecto del cerebro). A continuación describiremos estas patologías y su impacto en la vida de los bebés que las padecen:

Espina bífida
Este es el tipo más común de DTN y produce la parálisis de los nervios debajo de la médula espinal. Ocasiona parálisis en los nervios por debajo del área afectada de la médula espinal, y esto puede originar problemas permanentes de movilidad. Igualmente suele causar disfunción intestinal y urinaria. Muchos niños que han nacido con espina bífida tienen discapacidades del aprendizaje o discapacidades intelectuales.
Existen varios tipos comunes de espina bífida:

Espina bífida oculta es la forma más leve. Ocurre cuando existe una pequeña brecha en la espina, pero no hay apertura completa. Los nervios y la médula espinal no están dañados y el defecto, por lo general, no provoca ninguna discapacidad. Sin embargo algunas personas podrían manifestar algún tipo de parálisis parcial.

El meningocele presenta un saco de líquido, que sobresale a través de un agujero en la espalda del bebé. Generalmente no compromete los nervios de la médula espinal, por lo que el daño en esa zona es menor o provoca discapacidades menores.

El mielomeningocele es la forma más grave y la más común de espina bífida, se produce porque los huesos de la columna vertebral no se forman por completo, y una parte de la médula espinal y los tejidos que la cubren sobresalen por un orificio en la espalda. Los bebés que nacen con este tipo de espina bífida tienen parálisis parcial o completa en las partes del cuerpo por debajo del problema de la columna vertebral; poco o nulo control de los esfínteres.

Algunos niños desarrollan un exceso de líquido en el cerebro o hidrocefalia, lo que puede provocar discapacidades intelectuales y en el aprendizaje, en diversos grados.

De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, las personas con espina bífida tienen un mayor riesgo de desarrollar alergia al látex. Así también, problemas en los ojos o en la visión. Además, aproximadamente entre el 10 % y el 15 % de los niños con espina bífida también sufren convulsiones.

Anencefalia
Es un defecto de nacimiento grave, que sucede cuando la parte superior del tubo neural no se cierra por completo. Como consecuencia de esto, los bebés nacen sin la parte frontal del encéfalo, o sin la parte encargada del pensamiento y la coordinación. Las otras zonas del encéfalo, generalmente, no están cubiertas por hueso o piel.
Esta condición es sumamente severa e incompatible con la vida, por lo tanto los bebés que nacen con este defecto, fallecen al poco tiempo de nacer.

¿Cómo prevenir los Defectos del Tubo Neural?

ácido fólico

Desde la segunda mitad del siglo XX, incrementaron las investigaciones sobre los efectos beneficiosos del consumo del ácido fólico, por parte de la madre, para prevenir la aparición de defectos del tubo neural.

Los estudios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) calculan que si todas las mujeres en edad fértil consumieran diariamente 400 microgramos de ácido fólico, se podría prevenir del 50% al 70% del total de casos de espina bífida y anencefalia. (Periconceptional use of vitamins and the occurrence of neural tube defects, 1988).

Por ello, desde la Fundación de Waal insistimos en la importancia de planificar el embarazo y de preparar el organismo para la concepción. Asistir oportunamente a la consulta preconcepcional orientará a la pareja, sobre su estado de salud previo a la gestación y le permitirá alcanzar un estado físico, nutricional y emocional óptimo antes de iniciar el embarazo.

Los profesionales médicos verificarán si los niveles nutricionales de la madre son los adecuados para reducir la posibilidad de defectos y deficiencias en el bebé por nacer, además de prescribir suplementos de ácido fólico, en el caso de que la mujer no los estuviera tomando y recomendar un régimen alimenticio que propicie los niveles normales de folato.

Una nutrición eficiente previene enfermedades durante la concepción y nacimiento de los bebés. La vitamina B-9 se encuentra de manera natural en alimentos, como hortalizas de hojas verdes, frutas cítricas, legumbres, frutos secos y cereales integrales. En el mercado es posible encontrar productos, como harinas, arroz y cereales para el desayuno que han sido especialmente fortificados con ácido fólico, debido a la importancia que tiene este nutriente en la formación de los bebés por nacer.

FUENTES:

 

 

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