Partos prematuros y sus riesgos en la salud

4 marzo, 2022
La prevención de los partos prematuros con un apoyo eficiente a las madres embarazadas y sus familias, representaría una importante oportunidad para disminuir la mortalidad niños y niñas menores de 5 años, así como posibles enfermedades y deficiencias que generen una discapacidad. Los controles obstétricos adecuados, el personal médico capacitado y un refuerzo en las políticas de salud pública para prevenir los nacimientos antes de tiempo son acciones urgentes a implementar en nuestros países.  

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como bebés prematuros a los infantes que han nacido vivos antes de las 37 semanas de gestación. De acuerdo con el número de semanas que hayan alcanzado a cumplir dentro del vientre materno se realiza una clasificación, que ha quedado establecida de la siguiente manera: 

  • Prematuros moderados a tardíos: 32 a 37 semanas de gestación. 
  • Muy prematuros: 28 a 32 semanas de gestación. 
  • Prematuros extremos: menos de 28 semanas de gestación. 

 Según las estadísticas que recoge la Organización en el Informe de Acción Global sobre Nacimientos Prematuros: Nacidos Demasiado Pronto (March of Dimes, PMNCH, Save the Children, OMS. Nacido demasiado pronto: Informe de acción mundial sobre el parto prematuro. Eds CP, Howson, et al, Organización Mundial de la Salud. Ginebra, 2012), 15 millones de niños nacen prematuramente cada año en el mundo. En América Latina, 1.2 millones de bebés nacen de forma prematura, siendo ésta la principal causa de muerte en los niños de 0 a 5 años en la región.  

El porcentaje de nacimientos prematuros en Latinoamérica se ubica entre el 13,6% registrado en Costa Rica y el 5,1%, en Ecuador (Revista Médico-Científica de la Secretaría de Salud Jalisco. La prematuridad: epidemiología, causas y consecuencias, primer lugar de mortalidad y discapacidad, Matos-Alviso L.J, et al. 2020) y no solo es una de las causas más importante de muerte, sino también de alteraciones de salud, del desarrollo y de deficiencias que pueden afectar a las personas de por vida. 

Los datos del Institute for Health Metrics (IHM), establecen que los nacimientos pre-término son la principal causa de mortalidad en los infantes hasta los cinco años de edad, dentro de Bolivia, Ecuador, El Salvador y Honduras. (Consulta las tablas con los datos por país al final del artículo).  

El nacimiento prematuro y sus efectos a corto y largo plazo 

Se evidencia, entonces, que la prematuridad incrementa el riesgo de mortalidad, pero también existen varias complicaciones para los bebés que sobreviven que pueden afectar de forma inmediata, en las semanas o meses posteriores a su nacimiento o a lo largo de su vida, como diversos tipos de discapacidades, asociadas a lesiones cerebrales; infecciones bacterianas y la denominada retinopatía de la prematuridad. Esta última es el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos en la retina de los bebés prematuros. Si esta condición no logra controlarse puede causar problemas de visión permanentes o ceguera. 

La OMS establece claramente que “más de 1 millón de niños mueren cada año debido a complicaciones del nacimiento prematuro. Muchos sobrevivientes enfrentan una vida de discapacidad, incluyendo problemas de aprendizaje y problemas visuales y auditivos”. (Global, regional, and national causes of under-5 mortality in 2000-15: an updated systematic analysis with implications for the Sustainable Development Goals. Lancet. 2016;388(10063):3027-35, Liu L, et al. 2012) .

Los efectos de los nacimientos pre-término que pueden aparecer inmediatamente o en las primeras semanas de vida incluyen problemas respiratorios, cardíacos, cerebrales, estomacales, dificultad para controlar la temperatura corporal y deficiencias en el sistema inmunitario. A continuación describimos las principales patologías que se asocian a la prematurez. 

La hipotermia en un bebé prematuro puede provocar problemas respiratorios y niveles bajos de glucosa en la sangre. Por este motivo suelen necesitar calor adicional de una incubadora, hasta que pueden mantener la temperatura corporal sin asistencia. Igualmente, estos bebés corren riesgo de tener problemas sanguíneos como anemia e ictericia del recién nacido.  

El pediatra Fernando Aguinaga, jefe del servicio de Neonatología Hospital Metropolitano de Quito y expresidente de la Sociedad Ecuatoriana de Pediatría (filial Pichincha) manifiesta que las consecuencias en el tiempo, que puede presentar un bebé que ha nacido prematuramente, dependerán del grado de prematurez con el que ha nacido y de la calidad de la atención que ha recibido durante el nacimiento. 

“Hay centros que manejan los casos de manera excepcional, podemos ver niños de 28 semanas de gestación con un perfecto desarrollo neurológico y vemos centros en donde los bebés de 28 semanas, no pueden siquiera sobrevivir o si lo hacen desarrollan discapacidades neurológicas severas”, manifiesta. 

Es importante entender que las consecuencias de la prematurez no solo pueden generarse por nacer antes de tiempo;  la atención médica que se ha recibido al atender este tipo de nacimientos puede marcar la diferencia. La realidad de las grandes ciudades es muy diferente a la de las áreas rurales o ciudades pequeñas. Las primeras cuentan con terapias intensivas neonatales bien equipadas y personal entrenado, lo que no sucede con todas los centros de atención de salud de nuestros países y que incide en la cantidad de secuelas que pueden afectar a un niño durante toda su vida. 

Las complicaciones de salud que pueden desarrollarse a largo plazo, debido al nacimiento prematuro abarcan una serie de trastornos visibles y no visibles que podrían afectar al desarrollo cerebral, respiratorio, gastrointestinal, emocional, entre otros, que pueden originar discapacidades y deficiencias. Esto sumado a los altos costos de cuidados del prematuro que pueden bordear el millón de dólares, genera un impacto emocional significativo en los familiares del bebé. 

La organización March of Dimes (Nacer Sano, Nacimiento Prematuro, 2019) ha recopilado varios de estos problemas de salud, que pueden aparecer incluso muchos años después del nacimiento pre-término. 

¿Cuáles son las causas de los partos prematuros? 

Los partos pre-término se producen por diversos motivos. La OMS señala que la mayoría ocurren de forma espontánea, aunque algunos son provocados por razones médicas, al inducir las contracciones uterinas o realizar una cesárea. Esto último para salvaguardar la vida de la madre y del bebé, por ejemplo en condiciones como la preeclampsia (presión arterial peligrosamente alta durante el embarazo). 

Entre los factores de riesgo que se han identificado como capaces de provocar un parto prematuro se encuentran, enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, embarazos múltiples, hipertensión, bajo peso de la madre, abuso de sustancias tóxicas; edad materna (menores de 17 años o mayores de 40), embarazos seguidos sin respetar periodo intergenésico, historia previa de nacimientos prematuros en embarazos anteriores, infecciones y estrés materno. (Mayo Clinic, Nacimiento Prematuro, 2018) 

El Dr. Aguinaga profundiza en los aspectos maternos que pueden ocasionar un parto prematuro y menciona la predisposición genética a tener partos prematuros, controles prenatales inadecuados, problemas en la placenta o en el cuello del útero.  

“Del lado fetal también pueden darse problemas, niños que pueden presentar complicaciones como un bajo peso durante su formación o alguna malformación pueden propiciar que nazca un niño antes de tiempo”, señala. 

Una de las causas que ocasiona los nacimientos pre-término está relacionada con la edad de las madres. En el caso de las adolescentes embarazadas, el riesgo de que la gestación concluya antes de tiempo es mayor. De acuerdo con lo expuesto por el experto, el riesgo de nacimiento prematuro en una madre adolescente se incrementa entre el 30% al 40%, dependiendo de su edad. 

“Muchas madres adolescentes esconden su embarazo, no se realizan los controles obstétricos requeridos, su cuerpo no está aún listo para llevar adelante un embarazo sin complicaciones y a eso se suman los factores emocionales que pueden estar acarreando. Todo esto hace que tengan un riesgo mucho mayor de sufrir un parto prematuro.”, indica. 

¿Cómo prevenir y reducir los partos prematuros? 

Una de las principales herramientas para evitar los nacimientos prematuros es la planificación del embarazo. Desde la Fundación de Waal impulsamos una cultura de prevención, por lo que creemos que un embarazo de 12 meses, que consiste en un mínimo de 3 meses de preparación antes del embarazo, sumados a los 9 meses de una gestación cuidada y consciente, disminuye posibles deficiencias y enfermedades que puedan generar una discapacidad o impedir su desarrollo futuro en el bebé.  

En la consulta preconcepcional se puede establecer si la pareja, especialmente la madre, tiene alguno de los factores de riesgo que habíamos señalado en párrafos anteriores, a fin de atender estos problemas de salud antes del embarazo y evitar la posibilidad de un parto prematuro. 

En el Informe de Acción Global sobre Nacimientos Prematuros: Nacidos Demasiado Pronto se establecen una serie de intervenciones para reducir los nacimientos pre-término, entre ellas se encuentran: 

  • Estrategias de planificación familiar, con énfasis en la educación de los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes.  
  • Espaciamiento entre los nacimientos. 
  • Prevenir, detectar y tratar infecciones de transmisión sexual (ITS). 
  • Promover una nutrición saludable incluyendo la fortificación de micronutrientes.  
  • Minimizar riesgos en el estilo de vida, como fumar o beber alcohol. Cuidarse de los riesgos ambientales, tales como la contaminación del aire del interior del hogar, en el caso de la exposición del humo de segunda mano, como el caso de fumadores pasivos.  

COVID-19 y los nacimientos prematuros

A medida que avanzan los estudios sobre la pandemia por el SARS-CoV-2, se establecen los impactos de la enfermedad y de las medidas para frenar los contagios en la población. Las mujeres embarazadas y los niños por nacer se encuentran entre los grupos de mayor riesgo de sufrir complicaciones si contraen el virus.

Por otro lado, existen efectos indirectos de la pandemia como la baja en seguimiento y atenciones a mujeres embarazadas, sea porque las mujeres no acuden a los centros de salud o porque están ocupados atendiendo a personas contagiadas de COVID-19. Esto ha incrementado las complicaciones en los embarazos y ha disminuido la cantidad y calidad de la atención.

El artículo SARS-COV-2 and the subsequent development of preeclampsia and preterm birth: evidence of a dose response relationship supporting causality (American Journal of Obstetrics and Gynecology, Jonathan Lai, MD, et al. 2021), que estudió a 1.219 embarazadas contagiadas con Covid-19, determinó que la infección puede ser una causa de parto prematuro. El estudio indica que la tasa de partos prematuros fue del 11,7% en pacientes asintomáticas, del 12,8% en embarazadas con Covid leve, 29,9% en gestantes con Covid moderado y 69,4% en pacientes con Covid grave.

El hecho de que el 43% de los casos de preeclampsia diagnosticados tras la infección por SARS-CoV-2 hayan sido preeclampsia pretérmino (<37 semanas) sugiere que la COVID-19 puede ser una causa de parto pretérmino por indicación médica. Una de las investigaciones más recientes sobre este tema, Infección por SARS-CoV-2 y tasas de vacunación de COVID-19 en mujeres embarazadas en Escocia, publicado a principios de 2022, con resultados de datos obtenidos en una muestra de casi 88 mil embarazadas, evidencia que las mujeres que contrajeron el virus durante el embarazo, tuvieron un riesgo del 10.2% de sufrir un parto prematuro, frente al 8% que registran las mujeres embarazadas que no se han contagiado. Igualmente, el informe revela que las mayores complicaciones asociadas al Covid-19 en el embarazo y que requirieron ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos y mortalidad perinatal, fueron más comunes en mujeres que no estaban vacunadas en el momento del diagnóstico de COVID-19, que en mujeres embarazadas vacunadas.

En el documento El escenario de COVID-19 en América Latina para la Salud Materna- Infantil (Fundación de Waal Internacional, Vernooij, Marco, 2021) se establece que el incremento de la prematurez en países de ingreso bajo y medio, durante la pandemia, podría estar relacionado con las dificultades de las embarazadas para conseguir y mantener la atención médica adecuada en sus embarazos, debido a la situación sanitaria y a las medidas para frenar los contagios.

El Dr. Aguinaga indica que si bien es cierto, al inicio de la pandemia se observó una reducción de los partos prematuros debido a que con la permanencia de las embarazadas en sus hogares “su cuidado fue mejor, se alimentaron de mejor manera, la posibilidad de contraer infecciones se redujo y disminuyó el estrés al no tener que salir de sus casas”.

Con el transcurso del tiempo y la eliminación de los confinamientos y la incorporación de las madres gestantes a la vida laboral, se incrementaron los contagios entre las embarazadas. “Con el COVID hemos visto que al encontrarnos con madres muy enfermas, una de las indicaciones es terminar el embarazo, lo que provoca que los niños nazcan de forma prematura”, señala. El experto explica que la vacunación a las mujeres embarazadas logró disminuir este incremento de partos prematuros y que actualmente se observa que la incidencia de este tipo de nacimientos ha retornado a los niveles pre-pandemia, “es decir un 10% del total de partos en el Ecuador, son pre-término”.

 

ANEXOS 

 

FUENTES:

Informe de Acción Global sobre Nacimientos Prematuros: Nacidos Demasiado Pronto,

(March of Dimes, PMNCH, Save the Children, OMS. Nacido demasiado pronto: Informe de acción mundial sobre el parto prematuro. Eds CP, Howson, et al, Organización Mundial de la Salud, 2012)

Nacimiento prematuro, Efectos de salud a largo plazo

(Nacer Sano, Nacimiento Prematuro, 2019)

Todos Los Recién Nacidos, Resumen de orientación

(OMS, UNICEF, Todos los Recién Nacidos, Resumen de Orientación, 2014)

La prematuridad: epidemiología, causas y consecuencias, primer lugar de mortalidad y discapacidad

(Revista Médico-Científica de la Secretaría de Salud Jalisco, La prematuridad: epidemiología, causas y consecuencias, primer lugar de mortalidad y discapacidad, Matos-Alviso LJ, et al. 2020) 

Prepararse para el embarazo es cuidar la salud

(Fundación de Waal, 2019)

La consulta preconcepcional y prenatal previene discapacidades

(Fundación de Waal, 2019)

Una buena nutrición previene enfermedades en el nacimiento

(Fundación de Waal, 2019)

Estrés materno y vínculos que favorecen al bebé

(Fundación de Waal, 2021)

SARS-COV-2 and the subsequent development of preeclampsia and preterm birth: evidence of a dose response relationship supporting causality

(American Journal of Obstetrics and Gynecology, SARS-COV-2 and the subsequent development of preeclampsia and preterm birth: evidence of a dose response relationship supporting causality, Jonathan Lai, MD, et al. 2021)

Infección por SARS-CoV-2 y tasas de vacunación de COVID-19 en mujeres embarazadas en Escocia

(Nature Medicine, SARS-CoV-2 infection and COVID-19 vaccination rates in pregnant women in Scotland, Sarah J. Stock, et al, 2022)

El escenario de COVID-19 en América Latina para la Salud Materna- Infantil

(Fundación de Waal Internacional, El escenario de COVID-19 en América Latina para la Salud Materna- Infantil,  Vernooij, Marco, 2021)

Nacimiento prematuro, complicaciones a corto plazo

(Mayo Clinic, 2018)

Institute for Health Metrics

 

 

 

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