El proceso se inició en agosto de 2020 (Fundación de Waal, 2021) con la formación de enfermeras líderes de los departamentos de La Paz, Oruro, Cobija, Tarija y Potosí, quienes fueron parte de la iniciativa denominada “Asesora en línea”. A través de este programa, las profesionales, que fueron capacitadas según la metodología de la FdW, orientaron por medio de llamadas telefónicas diversas consultas recibidas en línea, sobre los síntomas del COVID-19, anticoncepción por medios naturales y prevención de la violencia intrafamiliar.
Posteriormente, de manera presencial las facilitadoras formaron a las lideresas en el uso de instrumentos como el tensiómetro, la balanza, glucómetro, entre otros, para realizar controles de peso, talla, presión arterial, glucosa, índice de masa corporal en sus comunidades.
La segunda etapa de implementación del convenio se desarrolló desde octubre de 2021 y tuvo un carácter de mayor presencialidad en la capacitación, así como en las actividades de servicio realizadas por las promotoras.
Lisset Camacho, coordinadora técnica de la FdW, explica que en esta nueva fase se reforzaron temas del curso básico de PreNatal, como el embarazo de 12 de meses (3 meses de preparación y 9 meses de gestación), el conocimiento del significado del ABCD PreNatal y la atención al menor de dos años.
“Se enfatizó aún más en los ejes de la Fundación y se ampliaron los conocimientos más allá del parto, apoyados por los mediadores, así como por el equipo de facilitadoras formadas en la primera etapa”, indica.
Las actividades en servicio se efectuaron en espacios de reunión pública, como los sitios de vacunación contra el COVID-19, plazas y ferias. Las promotoras realizaron mediciones de los valores de peso, talla, presión arterial de la población, así como de difusión de los mensajes para la prevención prenatal y posnatal de enfermedades, deficiencias y discapacidades, con enfoques en derechos humanos, interculturalidad e igualdad.
Estas tareas tuvieron un alcance de 12 mil personas, a lo largo de los departamentos en lo que se implementó el convenio. De acuerdo con los testimonios recogidos entre las promotoras, situaciones como las complicaciones que pueden presentarse durante el embarazo, el embarazo adolescente o la importancia de cuidar aspectos como la alimentación, el ambiente y las emociones “durante la gestación y después del parto, ya que influyen mucho en el desarrollo del bebé” (Deysi Huanca, lideresa de El Alto), son temas que despertaron interés en la población.
Marilyn Veizaga, lideresa del departamento de Santa Cruz, fue parte de este proceso y resaltó esta oportunidad de aprendizaje, frente al desconocimiento existente en su localidad sobre la preparación y los cuidados que deben priorizarse durante el embarazo. Se mostró satisfecha con la posibilidad de transmitir lo impartido, tanto a sus familiares, como a su comunidad. “Las personas van aprendiendo de una manera fácil, después lo difundirán a otras personas y se hace una cadena, donde todos aprenden”, señala.
Esa capacidad de lograr cambios permanentes que impacten positivamente en la salud y en el futuro de las promotoras y su entorno es uno de los resultados destacados por Elmer Vega, director de la FdW en Bolivia. El empoderamiento que han logrado las participantes se refleja en “unos resultados muy positivos. Las lideresas han incorporado en su vida y práctica diaria, herramientas que les permiten realizar la mediación pedagógica para la prevención de deficiencias y discapacidades, que es la metodología que maneja la FdW”, indica.
La implementación del convenio dejó varias lecciones aprendidas. El equipo técnico de la Fundación de Waal en Bolivia destaca el impacto de la tecnología como una herramienta que hizo posible la formación de agentes comunitarias de salud en diversas zonas rurales. De igual manera, la importancia de trabajar de forma articulada entre organizaciones como la FdW y Pro Mujer, que partieron de una propuesta conjunta y que ha permitido la formación de mujeres y hombres en edad reproductiva, con mensajes y acciones enfocados en la salud preventiva.
– El Estudio Nacional de Mortalidad Materna, la Razón de Muerte materna en Bolivia en el año 2011 evidencia 160 mujeres fallecidas durante el parto, por 100.000 nacidos vivos (Ministerio de Salud Bolivia, 2017). Las principales causas de estas muertes fueron, hemorragias, causas externas (accidentes de tránsito, suicidios, asesinatos y otros accidentes) e hipertensión.
– El 51% de las mujeres que fallecieron tenían menos de 6 años de nivel de instrucción. La mayor parte de las muertes maternas ocurrió en los domicilios.
– Según la Encuesta de Demografía y Salud (EDSA 2016), la mortalidad infantil afectaba a 50 por mil nacidos vivos y la mortalidad neonatal a 15 por mil (Instituto Nacional de Estadística Bolivia, 2017), todavía lejos del promedio de la región de América Latina y el Caribe, que es de 9.5 por mil nacidos vivos (Grupo Interagencial de Naciones Unidas, 2017). Las infecciones, la prematurez y la asfixia son las causas principales de muerte de los recién nacidos.
FUENTES:
- Sistematización Convenio de Cooperación: Empoderamiento de lideresas Pro Mujer para la prevención y promoción de la salud materno infantil, Fundación de Waal, 2022.
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