Durante el posparto la mujer debe recuperarse del embarazo y el parto, al tiempo que inicia la crianza de su bebé. Sin embargo, existen una cantidad de mitos y creencias sociales, que pueden complicar esta recuperación, así como el vínculo entre la madre y su hijo. La información oportuna y fiable es fundamental para evitar opiniones infundadas.
Después del parto inicia el período puerperal, llamado así al espacio de tiempo comprendido inmediatamente después del parto y que se extiende hasta los 40 o 42 días posteriores. Esta etapa se contabiliza de la misma manera, independientemente, si el parto fue natural o cesárea. (Cuidado para mamá después del parto, 2020)
El posparto es una etapa crucial en la vida de la mujer, tanto a nivel físico como emocional. Durante este periodo, el cuerpo se recupera del embarazo y el parto, mientras que la madre se adapta a las demandas del recién nacido. Sin embargo, esta fase también está rodeada de mitos, tradiciones y prácticas culturales que pueden poner en riesgo la salud física y mental de la madre.
Estos mitos, suelen estar arraigados en las creencias de la sociedad y las familias y podemos describir, aquellos que están relacionados con la salud física de la madre, con la lactancia y con las emociones que experimentan las mujeres que acaban de tener un bebé.
Sobre la recuperación física de la mujer
Se suele creer que la madre reciente debe permanecer en reposo absoluto durante la totalidad de la cuarentena. Además de no abandonar la cama o su habitación, se recomienda a las mujeres no salir a la calle, ni realizar actividades que requieran caminar o hacer tareas sencillas de la vida doméstica.
Si bien es cierto que el descanso es muy importante, para recobrar fuerzas por el esfuerzo del parto y las exigencias del cuidado del bebé, no se recomienda que la madre permanezca acostada o aislada todo el tiempo, ya que eso puede generar trombosis venosa profunda, dolores articulares y depresión posparto.
Se recomienda, que si la salud de la mujer lo permite y si no hay complicaciones, la madre se mantenga activa gradualmente, realice caminatas cortas y retome sus actividades diarias según su nivel de energía y orientación médica, después de las 24-48 horas después del parto. (Cuidados después del parto, 2020).
Otro aspecto en el que existen una serie de creencias está relacionado con la higiene de la madre tras el parto, ya que varias culturas aconsejan a la mujer no bañarse o limpiar la zona íntima, por temor a “enfriar el cuerpo” y perjudicar la producción de leche materna. Ambos criterios están equivocados, ya que es fundamental mantener una adecuada higiene en general y especialmente en las zonas donde existan puntos o heridas, así como en los pechos, antes de amamantar al bebé.
Los médicos recomiendan mantener una higiene corporal normal, utilizando agua tibia y productos suaves, además de secar bien el área genital o perineal si hubo episiotomía o desgarros. (Cuidados de la madre en el postparto, 2017).
Una de las creencias que más se ha extendido en los últimos años, tiene que ver con la recomendación a la madre para que utilice fajas o vendajes para “acomodar los órganos” o “recuperar la figura”. Si bien algunas mujeres pueden sentirse más cómodas con una ligera compresión abdominal, el uso excesivo y prolongado puede dificultar la respiración, la digestión y afectar el suelo pélvico, además de provocar dolores musculares.
Lo más oportuno es consultar con un fisioterapeuta especializado en posparto antes de usar cualquier tipo de faja o dispositivo de compresión.
Mitos sobre la lactancia
La lactancia no está libre de una serie de mitos, que además de desinformar, pueden perjudicar su desarrollo exitoso. Se cree que las mujeres que han sido sometidas a una cesárea, no pueden amamantar a sus hijos en las horas inmediatas a su nacimiento.
Este pensamiento es erróneo, ya que si la madre no ha tenido complicaciones en su cirugía puede ofrecer la lactancia a su bebé. Así también se piensa que los niños que se alimentan con leche materna deben hacerlo de acuerdo a una pauta, cada cierto número de horas.
Esto no es correcto, ya que los bebés que reciben la leche materna deben ser alimentados a libre demanda, “se debe respetar el patrón alimentario que el bebé establezca, de acuerdo a sus necesidades. Es un ritmo de alimentación sin horarios, ni tiempos mínimos ni máximos de lactancia, de día y de noche. En las primeras semanas de vida del bebé, se irá conociendo su patrón de alimentación”(La lactancia materna es lo mejor para tu bebé, 2019). Es conveniente que ofrecerle el seno materno cada vez que el infante lo solicite, ya que así se afianzará la lactancia, lo que no solo beneficia al recién nacido, sino también a la madre, ya que previene la mastitis y otras molestias por acumulación de leche.
En muchas culturas, se aconseja evitar ciertos alimentos como frutas, verduras, lácteos o carnes porque se cree que “enfrían” el cuerpo o “estropean” la leche materna. Esta idea puede conducir a una dieta pobre en nutrientes esenciales justo cuando el cuerpo necesita más energía y vitaminas para recuperarse y producir leche de calidad.
Una dieta variada y equilibrada es fundamental en esta etapa. Eliminar grupos completos de alimentos sin fundamento científico puede ocasionar deficiencias nutricionales, tanto para la mujer como para el bebé. Revisa nuestro artículo: Una lactancia exitosa depende de una correcta nutrición, para más consejos sobre la mejor alimentación durante esta etapa.
Las madres no pueden deprimirse
La depresión posparto es una forma de depresión o trastorno del estado de ánimo que afecta a muchas mujeres después de dar a luz. Se trata de un problema de salud mental grave y no debe pasarse por alto, puesto que afecta al estado de bienestar general de la madre, su relación con el bebé y el entorno y puede tener efectos en el desarrollo de los infantes. Por ello es crucial buscar ayuda profesional y apoyo social para tratarla eficazmente y mejorar la salud de la madre y el vínculo con su hijo.
Sin embargo, la sociedad espera que la madre esté feliz y agradecida después del parto. Esta expectativa puede invisibilizar las emociones negativas normales del posparto y ocultar y retrasar la detección de la depresión posparto.
Este padecimiento es sumamente duro para la madre, el bebé y el entorno, llegando a ser muy peligroso, por lo tanto, es crucial para la salud mental de las madres y el desarrollo infantil identificar y tratar esta condición adecuada y oportunamente.
La Academia Americana de Pediatría sostiene que una madre con depresión posparto tendría dificultades para “satisfacer las necesidades del bebé para crecer y prosperar. Es poco probable que ella le lea, lo acaricie/mime y que interactúe con su bebé, lo que lo pone en riesgo de sufrir efectos negativos para su salud” (La depresión posparto afecta a la madre y al bebé, 2024).
FUENTES:
Cuidado para mamá después del parto, Fundación de Waal, 2020
Cuidados después del parto, Salud Castilla y León, 2020
Cuidados de la madre en el postparto, Clínica Universitaria Bolivariana, 2017
La lactancia materna es lo mejor para tu bebé, Fundación de Waal, 2019
La depresión posparto afecta a la madre y al bebé, Fundación de Waal, 2024
Atención médica posparto: qué esperar luego del parto vaginal, Mayo Clinic, 2025
Posparto: falsos mitos de la cuarentena, Natalben, 2024
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