Salud bucal en la etapa prenatal y posnatal

18 agosto, 2022

Salud bucal en la etapa  prenatal y posnatal

El cuidado de la madre y el bebé durante la etapa prenatal y posnatal debe ser de manera integral. Sin embargo, la salud bucal de la mujer embarazada suele dejarse de lado y poco se conocer sobre su importancia.

Es por ello que junto a la Dra. Mercy Xiomara Banegas Díaz, traemos cuatro puntos importantes a tomar en cuenta sobre la salud bucal durante las etapas prenatal y posnatal.

  1. Enfermedades bucales más comunes en la mujer embarazada.

Durante el período de gestación la mujer embarazada sufre ciertos cambios que también son percibidos en los tejidos orales, muchas veces asociados a la conducta y estilo de vida que puede contribuir al inicio de enfermedades de la boca.

Otro cambio es la disminución de la composición salival pH y de su capacidad buffer (capacidad de la saliva para realizar el efecto de barrido). Por tanto, se ve disminuida su función de regular las bacterias y favorece el desarrollo de afecciones del esmalte y la dentina.

Las enfermedades bucales más comunes en la mujer embarazada son:

  • Caries y erosión dental: los vómitos frecuentes durante el embarazo producen erosión de los esmaltes, sobre todo en las caras linguales de los molares e incisivos inferiores. Asimismo, las náuseas de la mujer embarazada durante el cepillado dental pueden provocar una mala práctica de higiene bucal, dando paso al almacenamiento de la placa bacteriana en los dientes y las caries.
  • Gingivitis: es la inflamación de las encías debido a la acumulación de placa bacteriana. Suele aparecer desde la séptima semana de embarazo y alcanzar su punto máximo en el octavo mes de gestación. La padecen el 30% de mujeres embarazadas. Al igual que las caries y la erosión dental, está ligado a que la mujer embarazada no tolere hacerse un cepillado dental adecuado, lo que produce gingivitis y luego el sangrado de la encía.
  • Hiperplasia gingival: como en los puntos anteriores, su aparición es debido a un mal cepillado dental. Se trata del agrandamiento de la encía, que cuando está en una parte muy específica se pasa a llamar granuloma piogénico.
  • Enfermedad periodontal: es una inflamación crónica de los tejidos alrededor del diente; sin control, puede llegar a causar la pérdida localizada del hueso, donde el diente presenta una movilidad dental y puede perderse. Puede generar a su vez otras enfermedades como endocarditis bacteriana.
  1. La salud bucal y el embarazo.

El período gestacional es un momento ideal para que madres y padres tengan acceso a la educación en salud bucal para la mujer embarazada y su hijo. Comienza desde que el ginecólogo, al inicio del embarazo, encamina a la madre a recibir evaluaciones odontológicas prenatales y, de ser posible, involucrando al núcleo familiar, realidad social, cultural y económica.

A lo largo del tiempo se han creado una serie de mitos que pueden llevar el descuido de la salud bucal durante la gestación. Uno de los más comunes afirma que los dientes se descalcifican durante el embarazo, sin embargo, la realidad es que el calcio para el bebé viene de la alimentación y no de los dientes de la madre. La pérdida de dientes de la madre tampoco puede atribuirse al embarazo, solo a las enfermedades dentales previas.

Por otra parte, estudios revelan que las enfermedades periodontales crónicas en una mujer embarazada tienen un efecto en el bebé por nacer. Por ejemplo, en la periodontitis los ligamentos periodontales liberan (pequeñas proteínas que controlan el crecimiento y la actividad de otras células del sistema inmunitario y las células sanguíneas) que atraviesan la barrera placentaria a través del torrente sanguíneo, produciendo prostaglandinas, que a su vez crean contracciones intrauterinas que pueden llevar a partos prematuros.

Otro efecto es el riesgo de un bebé que nazca con bajo peso, debido a la cantidad de bacterias instaladas en una boca con periodontitis o gingivitis y que entran al torrente sanguíneo y a la placenta, donde está el bebé.

  1. Cuidado bucal de mamá.

Para cuidar de la salud bucal de la madre debemos tener en cuenta estas recomendaciones:

Primer trimestre:

En esta etapa se deben reforzar los hábitos de higiene bucal y autocuidado (cepillado dental con pasta fluorada y el uso de hilo dental) con evaluaciones y aplicación de flúor profesional y consejería dietética. Asimismo, se recomienda una atención solo de urgencias y evitar el uso de antibióticos como las tetraciclinas, por ser el período de la formación de órganos del bebé u organogénesis.

Segundo trimestre:

Este es el período más conveniente para realizar tratamientos odontológicos porque existe menos incidencia de náuseas y vómitos y la gestante estará menos incomoda que en otra etapa del embarazo.

Durante las endodoncias se recomienda el uso de un delantal de plomo para la paciente, como una medida de precaución extra a pesar de la poca intensidad de los rayos.

Tercer trimestre:

Para el tercer trimestre las medidas de higiene y autocuidado deben seguir siendo reforzadas, así como aquellas realizadas en las clínicas (profilaxis dental y otras medidas según la necesidad de la paciente). Se debe evitar procedimientos que requieran mucho tiempo, y de ser necesarios dividirlos en varias sesiones, pues producen incomodidad en la madre por la posición del decúbito dorsal (posición corporal acostado boca arriba).

Etapa posnatal.

Además de continuar con las medidas de higiene y autocuidado, en esta etapa el profesional de salud debe aconsejar sobre la salud bucal del recién nacido/a y la aparición de los dientes primarios.

Es imperante dar información básica sobre la lactancia materna y sus beneficios en el crecimiento, desarrollo y maduración del complejo , así como la importancia de instalar hábitos saludables durante el primer año de vida.

Tampoco hay que olvidar el riesgo que existe de transmitir bacterias al bebé al comer con los mismos cubiertos, soplar la comida u otras acciones, que pueden generar amigdalitis u otras enfermedades en el niño o la niña.

  1. Cuidado bucal del bebé.

Durante los primeros años de vida del bebé su salud bucal depende enteramente de sus padres o responsables, quienes también deben enseñarle buenos hábitos de higiene bucal.

En los primeros meses se recomienda el uso de una gasa alrededor del dedo para limpiar la boca del bebé, poniendo especial atención a la lengua para eliminar los restos de leche. Lo mismo se mantiene conforme los dientes van apareciendo, aunque se puede hacer uso de cepillos adecuados para la edad del niño o niña.

Más tarde el rol del adulto pasa a ser el de supervisar el cuidado bucal y asegurarse de que se cumplan los hábitos de higiene adecuados. Para esto la madre, el padre o cuidador no solo deben enseñar las técnicas adecuadas de cepillado, sino ser un ejemplo para que el niño o la niña lo imiten.

En cuanto a la primera cita con el dentista, se recomienda que sea una vez que el niño o la niña pueda mantener la boca abierta por propia voluntad, por lo general se da entre los tres y cuatro años (siempre y cuando el adulto haya cumplido con su papel en el cuidado de la salud bucal del bebé) y continuar con visitas periódicas cada seis meses.

No hay que olvidar que, aunque los llamados dientes de leche se caen en algún momento, no significa que podamos descuidarlos. La salud bucal para el bebé debe comenzar con la madre en la etapa prenatal y continuar durante el resto de su vida.

Fuentes:

Banegas, Mercy. [FundacióndeWaalPreNatal]. (2022, Julio 29). Salud bucal en la mujer embarazada y sus consecuencias en la etapa prenatal y posnatal. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=swkHB36iVM8

Entrevista a doctora Mercy Banegas.

 

 

 

 

 

 

Noticias relacionadas

WhatsApp chat