🇭🇳 El Proyecto Laboratorio Móvil brinda atención para detectar Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y orienta sobre la importancia de gozar de una buena salud sexual y reproductiva en zonas rurales de Honduras. Su implementación aspira a fortalecer el sistema de salud pública de este país, ofreciendo una herramienta sostenible e inclusiva.
Una unidad de laboratorio móvil, implementada en comunidades rurales y provista de los elementos necesarios para la toma de muestras para la detección de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) es la innovadora iniciativa que el consorcio conformado por la Fundación Ayuda en Acción, Fundación en Acción Humanitaria de Honduras (FUNACH) y Fundación de Waal, han puesto en marcha con financiamiento de Grand Challenges Canada en el país centroamericano. El programa brinda orientación y diferentes herramientas para educar a las personas sobre salud y derechos sexuales y reproductivos.
El laboratorio móvil aspira brindar un tratamiento adecuado, frente a este tipo de enfermedades y también crear conciencia en la población de las zonas rurales, para que cuide de manera responsable este ámbito de su salud. Actualmente se ejecuta en 10 unidades de salud del departamento de Yoro, Honduras, este es un proyecto que contribuye a salvar vidas y a mejorar la salud de población vulnerable como mujeres, adolescentes y recién nacidos, al aumentar el acceso a tecnologías e intervenciones que aseguran la atención a bajo costo. Aborda el problema del aislamiento en poblaciones pobres rurales y la centralización de los servicios de salud, así como la barrera económica impuesta por el costo actual en la detección y tratamiento de las ITS. También fortalece el sistema de salud pública al proporcionarle una herramienta para ampliar la cobertura de manera sostenible.
Rossely Medina, Coordinadora Técnica de Fundación de Waal en Honduras, explica que este proyecto consiste en acercar los servicios de salud a la población que se encuentra en comunidades postergadas y parte de una realidad de baja detección y ausencia de tratamiento oportuno de las ITS, debido a las barreras geográficas y económicas y a la falta de suministros en las unidades de salud. “La detección y el tratamiento de las ITS no son provistos por el sistema de salud pública. Solo los proveedores privados de salud brindan este servicio, pero los costos son demasiado altos y solo se lo puede encontrar en las principales ciudades de Honduras”, indica. Ante esta realidad, la unidad móvil está en capacidad de proporcionar una solución al sistema de salud pública para que pueda ofrecer un servicio que actualmente no está disponible y que es fundamental. La detección tardía o la falta de diagnóstico de las Infecciones de Transmisión Sexual, pone en riesgo la salud de las mujeres, especialmente de las adolescentes, durante el embarazo y el parto, colocando también en peligro la salud del recién nacido.
Según el modelo existente, un paciente que visita una unidad de salud es derivado a un laboratorio ubicado a cinco horas de su ciudad natal. El diagnóstico demora un promedio de 196 días de la toma de la muestra y el costo es de $587 dólares. La innovación, propuesta a través del laboratorio móvil, es capaz de reducir este costo en un 94% y el diagnóstico y provisión de tratamiento, demora apenas 30 días. “También allana el camino hacia una relación de confianza y proximidad que permite a los trabajadores de la salud proporcionar información y crear conciencia sobre los derechos sexuales y reproductivos”, señala.
Fundación de Waal se vinculó con esta iniciativa desde julio de 2019, por medio de un Convenio de Cooperación con la Fundación Ayuda en Acción, y su participación consiste en liderar los procesos de formación a la población, autoridades de salud y todos los involucrados en el proyecto, centrándose en los temas de Derechos y Salud Sexual y Reproductiva.
La capacitación, tanto al personal de salud, como a los voluntarios comunitarios enfatiza en la importancia de la prevención y detección oportuna de las ITS. El personal formado, a su vez debe realizar acciones de sensibilización con la Población Meta, que está integrada por hombres y mujeres en edad fértil, mujeres embarazadas y adolescentes. Los mensajes que se transmiten se basan en los enfoques de igualdad, interculturalidad y derechos humanos.
“Para lograr estos objetivos, se ha iniciado con la capacitación del personal de salud y los voluntarios, proporcionándoles la información e insumos necesarios para que puedan realizar las acciones de efecto multiplicador en sus comunidades con la población anteriormente descrita. A fin de lograr que quienes se están capacitando alcancen una comprensión adecuada de los conocimientos, se está trabajando con material específico para cada tipo de población, es decir se ha considerado su nivel de instrucción y sus habilidades de lectura y escritura”, indica Rossely Medina.
La estrategia consiste en generar una pirámide educativa, en cuya cúspide se encuentra el oficial de capacitación o facilitador que lidera el proceso junto a varios participantes, quienes a su vez realizan el efecto multiplicador dirigido a adolescentes, hombres y mujeres en edad fértil y mujeres embarazadas, con el propósito de modificar sus conocimientos, actitudes y prácticas, para lograr la reducción de la prevalencia de ITS en sus comunidades.
Los resultados que se han logrado hasta el momento se contabilizan en la formación de 53 profesionales de salud y 39 voluntarios y promotores de 9 unidades de salud, ubicadas en los municipios de Yorito, Sulaco y Yoro, en el departamento de Yoro. Así también la sensibilización a la población en general, de estas localidades, sobre la importancia del cuidado de la salud sexual de la pareja, así como realizar detecciones oportunas de las ITS. Además de hacer llegar información a la población sobre las diferentes enfermedades de transmisión sexual y cómo prevenirlas.
Uno de los aspectos que se debe resaltar es que la implementación de este Proyecto se dio, en medio de la emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia del Covid-19 y dos huracanes que afectaron a Honduras. El manejo resiliente y oportuno de estas crisis y el cumplimiento de las metas planteadas, en medio de las dificultades, ha dejado una serie de lecciones aprendidas y buenas prácticas.
“La intención es buscar en un futuro cercano un escalamiento del modelo implementado con el proyecto a fin de beneficiar a un número mayor de la población y llegar a otras comunidades, que por sus condiciones geográficas no cuentan con los servicios de salud necesarios. De igual manera se pretende dar sostenibilidad a las actividades realizadas, en las 10 unidades de salud existentes, para plantear una mejora en la atención, especialmente a las mujeres, que por su condición tienen serias dificultades para acceder a servicios de salud sexual y reproductiva”, comenta Rossely Medina.
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