🇪🇨 Un equipo de 25 expertos del programa PreNatal apoya a la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) en la recolección de datos especializados. La participación es parte del Convenio de Cooperación entre Fundación de Waal (FdW) y el Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis).
Como parte del Convenio de Cooperación Interinstitucional entre la oficina en Ecuador de la Fundación de Waal (FdW) y el Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis), un equipo multidisciplinario de monitores del Programa PreNatal forma parte del proceso de validación de un instrumento de tamizaje para la identificación de signos de alarma del autismo, denominado ITEA, elaborado por la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB)
Paulina Tene, directora de FdW en este país, explica que esta participación es uno de los ejes que componen la colaboración con el Conadis, iniciada hace más de dos años y que comprende impulsar el intercambio de información, estudios, investigaciones y otras acciones en el ámbito de prevención de discapacidades. Además, incluye el auspicio del Consejo al programa de capacitación de la Fundación y la inclusión de personas con discapacidad en los procesos de formación de mediadores a nivel nacional y su inclusión laboral dentro de nuestro staff de monitores, indica.
El trabajo que realizarán los 25 monitores del programa PreNatal inició con una capacitación el pasado 28 de abril en las instalaciones de la UASB y se extenderá hasta el 30 de mayo próximo. En este tiempo, los expertos deberán levantar la información requerida por el Área de Salud de la Universidad Andina, por medio de la aplicación del ITEA. El estudio se realizará a nivel nacional, en una población aproximada de 700 personas en edades comprendidas entre los 4 y los 17 años de edad.
Catalina López investigadora, docente y coordinadora de la Maestría de Trastornos del Desarrollo Infantil y Autismo de la UASB explica que la importancia de la validación de este instrumento radica en que “el país conozca que hay investigadores de alto relieve que estamos desarrollando procesos metodológicos e instrumentos que nos permitan responder a la situación del autismo de una de manera especializada y actual. Es muy importante que este instrumento sea validado en el país de forma seria y concienzuda tomando en cuenta nuestra pluriculturalidad. Esto nos permitirá identificar signos del espectro autista desde edades tempranas, los que nos permitirá un abordaje oportuno, y eso podrá iniciar procesos comunicativos, vínculos y un mejor conocimiento sobre esta condición de vida”, señala.
El instrumento no solo cuenta con las preguntas que permitan reconocer algunas señales propias del autismo, sino que además tiene un complemento de investigación del entorno económico, social, ambiental, familiar de cada caso. “Con esto pretendemos dar una mirada integral a la realidad del niño o adolescente, ya que desde la Universidad queremos realizar lo que se hace siempre por rigor metodológico, pero también queremos brindar otra mirada, ya que planteamos un paradigma que no ve al autismo como enfermedad, sino como una condición de vida. Este instrumento es parte del paradigma y puede servir para que, por ejemplo, lo usen profesionales de la salud en el control del niño sano y puedan detectar estas alertas”, manifiesta María Elena Sandoval, docente del Área de Salud de la UASB.
María de Lourdes Larrea, asesora y docente de la UASB, que participó en el proceso de construcción del instrumento, destaca el valor integral que tiene este mecanismo, compuesto por 42 preguntas, y la minuciosidad con la que se ha elaborado, ya que se midieron los niveles de confiabilidad por cada interrogante, a fin de mantener la rigurosidad en el levantamiento de la información y evitar los falsos positivos.
Para la Directora de la FdW en Ecuador la vinculación del equipo de monitores del Programa PreNatal en este proceso de validación es el resultado de la amplia y seria trayectoria de la Fundación, “pero también porque contamos con bagaje de estrategias de facilitación y de capacitación. Nuestro programa de formación es validado por la Universidad Central del Ecuador, esta institución otorga el certificado porque mostramos nuestro aval. Tenemos también el auspicio del Ministerio de Salud Pública y del Conadis, ya que han visto nuestra experiencia y nuestro aporte a la comunidad es grande. Nuestra idea es no duplicar esfuerzos, sino más bien aunarlos para seguir fortaleciendo los vínculos y el trabajo articulado”, manifiesta.
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