La adolescencia es una etapa clave en el desarrollo humano, que requiere un enfoque integral de salud, con atención médica especializada para abordar necesidades físicas, psicológicas y de prevención de riesgos como adicciones, embarazos no planificados y trastornos alimenticios. La familia, el diálogo abierto y la orientación de profesionales son fundamentales en esta edad. Es esencial que los padres y los educadores asuman su rol y proporcionen herramientas adecuadas, sin sobreproteger ni estigmatizar a los adolescentes. Además, el desarrollo de un plan de vida es crucial para orientar sus decisiones y construir su futuro de manera consciente y estructurada.
Las doctoras Diana Vanegas, pediatra y magíster en Salud Adolescente y Diana Ochoa, psicóloga especialista en Adolescencia, analizan estos temas y nos dan sugerencias para guiar a los adolescentes en esta etapa, previniendo situaciones que impidan el cumplimiento de sus objetivos futuros.
¿Cuándo inicia la adolescencia? ¿Qué es la preadolescencia?
Diana Vanegas: debemos diferenciar el término adolescencia, entre la parte legal y la parte de salud. En el aspecto de la salud, consideramos adolescencia desde los 10 a los 19 años y en la parte legal desde los 12 hasta los 18. El término preadolescencia se usa en los dos años previos al inicio de la de la pubertad. Sin embargo también debemos diferenciar los términos pubertad y adolescencia, ya que en general, se suelen confundir. La pubertad se refiere, sobre todo, a los cambios biológicos y físicos que se producen en términos de maduración sexual, de crecimiento y desarrollo del adolescente. Mientras que la adolescencia como tal, se refiere a los cambios cognitivos, psicológicos, espirituales, es decir, el abordaje del adolescente en la sociedad
Las niñas se desarrollan antes que los niños, más o menos 2 años antes. La pubertad podría empezar desde los desde los 8 años, con una pubertad adelantada, no patológica, y si es antes de los 8 años, hablamos ya de una patología. Igualmente hablamos de una pubertad tardía si inicia desde los 14 años, que sería de todos modos, normal, pero si es a partir de los 16 ya se podría considerar un hipogonadismo.
Diana Ochoa: hay algunos factores que condicionan la aparición de la pubertad, en esos intervalos de edades, como por ejemplo los antecedentes familiares, la genética, la región, el clima, el aspecto nutricional. Actualmente hay algunos estudios que señalan al aparecimiento de la pubertad en edades cada vez más tempranas, debido al consumo de ciertos alimentos. Si bien es cierto el término pubertad está asociado fundamentalmente con estos cambios físicos, sin embargo, como el ser humano es integral, los cambios físicos también involucran una serie de componentes psicoemocionales, sociales, relacionados, inclusive con el entorno, con las interacciones sociales que se tengan con sus pares.
Los cambios que suceden en la pubertad y en la adolescencia, este eje hormonal, hipotálamo, hipófisis y gónadas estimula todas las glándulas, pero estos cambios tienen que ver fundamentalmente, con todo este tipo de sistemas y desarrollos que se dan a nivel general, lo biológico también tiene relación con lo psicológico, social, emocional. Yo diría que es sumamente importante esta edad, porque marcan la vida de la persona. Es una etapa crucial en cuanto al crecimiento y desarrollo, y tiene que ver muchísimo con el proyecto de vida, con la autoestima de la persona y con las decisiones vitales, como la elección de una carrera profesional.
¿Cuáles son los principales mitos que surgen en relación con esta etapa y a las y los adolescentes?
DV: en un congreso internacional sobre adolescencia al que asistí, escuché en una de las intervenciones, que se referían a los adolescentes como “descerebrados”. Y sí, lamentablemente, hay mucha gente que piensa eso. De todos modos, es una etapa conflictiva, como cualquier otra en la vida, pero que si nosotros la sabemos llevar no tiene por qué serlo. Es una etapa en la que el adolescente se siente invulnerable, un poco rebelde, pero sabiéndoles guiar a los chicos y a las chicas no van a tener conflictos. Los adultos, a veces, pensamos que no tienen pensamiento, que no tienen responsabilidad.
Ese es un mito que debemos quitarlo a como dé lugar.
DO: primero tendríamos que irnos a la definición de adolescencia, que proviene etimológicamente de latín, que significa, crecer. A veces algunas personas piensan que adolescente viene de padecer, de tener una patología, y no es así. Tiene que ver con esas transformaciones que suceden en esta etapa. Lamentablemente se escucha que es la edad del burro, que es la edad más difícil del ser humano, que los hijos deben “entrar en cintura”.
Mitifican y estigmatizan a estas edades y creo que deberíamos de deconstruir estos estereotipos. Si bien es cierto es una edad compleja, difícil, porque la persona está en proceso de maduración, especialmente, me remito a la parte neurológica porque en la adolescencia se terminan de consolidar las funciones ejecutivas, que están en el lóbulo prefrontal del cerebro. Precisamente estas funciones ejecutivas son las que permiten autorregularse, planificar, dejar de ser tan impulsivo y es una de las partes del cerebro que terminan de madurar a los 18 o 19 años, estas funciones ejecutivas no las tienen desarrolladas los niños y los púberes. Entonces, obviamente, ese proceso de desarrollo, esas experiencias, esas vivencias, le van a servir al adolescente para desarrollar esas habilidades. Funciones como, por ejemplo, planificar, organizar, regular, autorregular el comportamiento, ponerse límites permiten que la persona madure y esas experiencias de la vida no podemos privarlas, no podemos tenerles en una cajita de cristal y no podemos impedir que tengan su propio aprendizaje.
¿Los adolescentes necesitan un especialista médico para esta etapa? ¿Se requiere alguna revisión médica y psicológica específica?
DV: creo que más que fragmentar al ser humano en un especialista médico para cada parte del cuerpo, deberíamos tener una formación más integral en salud en general. Sin embargo, en la realidad surge la necesidad de que haya alguien que entienda más a los y las adolescentes, porque es un grupo que necesita más cuidado, tanto física como psicológicamente, ya que no se consideran niños a sí mismos, por lo cual cuestionan que se los lleve al pediatra, pero tampoco están de acuerdo con acudir a un médico para adultos. Es ahí donde estamos los adolescentólogos, que requerimos una mayor apertura en el sistema público de salud, y tener unos espacios adecuados y diferenciados para los chicos, ya que se les debe tratar de forma especial por temas que son importantes para ellos, como la talla, la salud sexual y reproductiva, entre otros.
Sobre las consultas médicas, los chicos llegan más o menos a partir de los 10 años y se les abre la historia clínica, que es larga y que se llena en varias sesiones, dependiendo de la confianza que se llega a tener con ellos. Si todo va bien, se les pide exámenes generales, para tener una base y saber que están bien y si hay alguna patología específica, se les pide exámenes propios de esa patología. Pero si está todo bien se les llama en cuatro a seis meses para un control sobre todo del peso, talla, signos vitales, tensión arterial, etc. y se les recomienda, si es que hay algo fuera de lo normal, que acudan a la consulta o que llamen, cuando lo necesiten. Yo recomiendo, que así como cuando tenemos un recién nacido, es necesario tener el número de teléfono de un neonatólogo, es importante tener el de un adolescentólogo, para cualquier duda que se tenga.
Hay vacunas que duran hasta 10 años, por ejemplo, la varicela, la hepatitis B, el tétanos y ahorita están poniéndose la del virus del papiloma humano a partir de los 9 años.
DO: es importante que existan profesionales en esta área y que se tenga una política pública que dé prioridad a una edad tan sensible como esta, ya que así se podrían revertir estadísticas como las del embarazo adolescente o adicciones, que empiezan a instaurarse en la adolescencia.
La formación del profesional en salud debe ser integral y debe abordar una atención para abordar el tratamiento a adolescentes. En los sistemas de salud en los que no se prioriza la prevención, más bien se enfocan en los problemas vamos a encontrar una serie de dificultades en el ámbito físico, problemas o trastornos en el ámbito de pubertad precoz o pubertad tardía, una serie de patologías que pueden presentarse también en la adolescencia, como el embarazo adolescente, infecciones de transmisión sexual, adicciones.
Es muy importante también trabajar desde la parte psicoemocional de una forma integral, con los padres, para desarrollar el proyecto de vida y factores protectores, como el manejo de las emociones, de los conflictos, de las relaciones interpersonales, es sumamente importante, el manejo de su propio cuerpo. Estas incursiones que hace el adolescente con el sexo opuesto, con personas de su mismo sexo, los primeros amores, etc. es crucial.
No estamos hablando de problemas, sino más bien de un abordaje hacia la prevención de situaciones, hacia la salud integral del adolescente y que debe involucrar también el ámbito psicológico.
Enfocándonos en un manejo preventivo e integral de la salud de los adolescentes ¿Qué conductas de riesgo deben alertar a los padres de familia, educadores y entorno?
DO: En el Ecuador tenemos la gran ventaja de que en las unidades educativas contamos con los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) que cuentan con profesionales de la salud mental. Si bien es cierto no podemos patologizar el comportamiento adolescente o creer que todos los adolescentes necesitan un psicólogo de cabecera, el abordaje desde el DECE ayuda con herramientas y técnicas en el ámbito educativo. Sin embargo, es importante que empecemos no en la adolescencia, sino que empecemos a trabajar las relaciones familiares, especialmente de los padres, con los niños desde la infancia, desde los primeros años, para que en la adolescencia no se presenten estas rupturas emocionales. Deberíamos trabajar desde casa, construyendo relaciones sanas, sin mitos, apropiadas, desde la niñez.
Cuando ya hay señales y signos de alarma que pueden dar los profesionales del DECE, es imprescindible referir a profesionales, ya sea de la psicología clínica o de la psicología general, profesionales en la salud del adolescente, psiquiatría inclusive, dependiendo de la situación. Creo que es de especial atención el tema de conductas autolesivas, trastornos del estado de ánimo como, la depresión o ansiedad. En las incursiones en el ámbito de la sexualidad, pueden estar asociadas a conductas de riesgo, como por ejemplo, relaciones sexuales sin uso de preservativo, o de forma irresponsable. Comportamientos que llaman la atención como los trastornos alimenticios: la bulimia o la anorexia, que son más frecuentes en la adolescencia. Igualmente conductas agresivas hacia sus pares como el bullying.
«Es crucial el rol de los profesionales de salud mental en las instituciones educativas, ya que pueden detectar, acompañar y redirigir al adolescente y su familia cuando se presentan estos problemas».
DV: en varios ámbitos como en el alimenticio se ha visto un cambio, si antes teníamos desnutrición casi en primer lugar, ahora tenemos obesidad y sobrepeso, por las conductas alimentarias que se observan, como la adicción a la comida o una mala alimentación, que viene copiada de otros países.
Tenemos que hablar de los riesgos en la actividad sexual, ya que se observan relaciones sexuales sin protección, hay desconocimiento del preservativo femenino por ejemplo. Igualmente el consumo de alcohol, tabaco, drogas, etc. Pero es importante analizar que estas adicciones son un síntoma de algo más que está pasando con el adolescente, ya que existen muchos adolescentes, que por curiosidad, prueban estas sustancias, pero no se enganchan y otros, desafortunadamente, sí lo hacen y por eso es importante analizar si hay algún conflicto de base, tal vez familiar, de pareja, o de pares, que podría ocasionar esta adicción.
Muchas de estas conductas derivan de la poca calidad de tiempo que pasan los cuidadores en general, padres, tíos o abuelos, con el adolescente, no se fomentan espacios de conversación o atención óptima y suficiente para que los adolescentes no caigan en estas conductas al no sentirse tomados en cuenta por su familia.
¿Cómo prevenir estas conductas?
DV: los padres y sus adolescentes deberían asistir a las consultas preventivas, pero sobre todo comprender que muchas veces los padres no educan a sus niños, ya que ellos mismos no detectan sus propios problemas. Pienso que debe haber una intervención en la familia primero y me refiero a todos los tipos de familia que existen en la actualidad, se puede intervenir ahí, que para que se dé una educación adecuada dentro de la familia, que haga que el adolescente tenga resiliencia y cuando esté expuesto a los riesgos, no caigan en ellos, ya que esta exposición a los riesgos, como el alcohol, las drogas, la pornografía entre otras, no la podemos evitar. Pero si ellos saben cómo afrontar todo eso, no van a tener problemas, van a saber convivir con estas situaciones.
«La prevención radica en la familia».
DO: de acuerdo a lo que estamos viendo en la actualidad, a nivel educativo, observamos que los padres de familia no asumen su rol de adulto, de cuidador. No asumen la responsabilidad sobre lo que implica ser papá, mientras que el adolescente tiene mucho poder.
Además, estamos en una situación de postpandemia que nos ha pasado factura emocionalmente, ya que en muchas familias tuvimos fallecidos, adolescentes que les ha faltado desarrollar habilidades sociales por los confinamientos. A eso hay que sumar la adicción a la tecnología. Entonces cuando nosotros hacemos todo un proceso de análisis sobre todos estos elementos, que están interrelacionados, vemos los resultados, a los que además hay que sumar los agravantes de la violencia, la inseguridad, la crisis económica y política. Por ello las políticas de Estado tuenen que plantearse en función de estas realidades, pero además los padres de familia, con la madurez que implica ser padre de familia, debemos buscar estrategias y los profesionales idóneos para orientar, para direccionar, para controlar lo que están viendo sus adolescentes, por ejemplo en el caso del Internet y la exposición a los famosos influencers, por ejemplo. Creo que son muy importantes estas escuelas para padres, que puedan orientar y brindar directrices claras, disciplina positiva, conocimiento de las emociones. Ubicarnos en el lugar que nos corresponde, ya que el padre de familia no puede ser el amigo de su hijo, así también el docente no puede ser amigo de sus estudiantes. Cada uno debe cumplir su rol de la mejor manera posible y para eso se necesita información, capacitación, entrenamiento y profesionales especializados. Necesitamos de las neurociencias en el ámbito educativo, para hacer una reingeniería de la crianza y de la atención a los adolescentes. Buscar un entorno más cuidado, que podría ser ese espacio seguro para que los adolescentes puedan inclusive gestionar sus emociones y cumplir con su proyecto de vida.
¿Cómo hablar de temas importantes como la sexualidad, la masturbación?
DV: la masturbación es un acto necesario porque nosotros tenemos que conocer nuestro propio cuerpo, tanto hombres y mujeres, para luego tener una pareja y poder saber qué nos gusta.
El placer es importante en la vida humana. La masturbación se convierte en un problema es cuando hay una adicción y esto ocasiona problemas en lo personal, en lo laboral, en lo académico. E insisto en que si hay una adicción, hay algo más de fondo, que hay que seguir investigando. Pero es importante que los adolescentes conozcan su propio cuerpo, dejando de lado los mitos que existen sobre la masturbación masculina y femenina.
DO: es clave para todos, inclusive adultos, es clave conocernos a nosotros mismos. Tanto físicamente, como desde nuestra espiritualidad, desde nuestras potencialidades, habilidades, destrezas, inclusive de nuestras reacciones. Ir explorándome es vital para nuestra autoestima y para proyectarme en la vida. Cuando hablamos específicamente de la masturbación, hablamos de aprendizaje y de la experiencia que yo requiero en el ámbito de mi propia sexualidad y entonces, puedo descubrir qué me satisface o no me satisface.
Estamos hablando, inclusive, de mis propios límites en el ámbito de la sexualidad. Cuando hablamos de una conducta compulsiva, vemos una adicción y eso requiere una intervención, porque ya está interrumpiendo mi vida cotidiana, ya no es algo que me está aportando, sino más bien es un comportamiento que me está lastimando.
Hablemos sobre la importancia de formular el plan de vida en la adolescencia ¿Cómo interiorizar en ellos este instrumento?
DO: creo que es una de las herramientas que se ha usado, con evidencia documentada y científica, que puede ayudar. Es uno de los factores protectores más importantes en el ámbito de la salud de los adolescentes. Inclusive hay documentos en el Ministerio de Educación, que son una guía para elaborar estos planes de vida que deben implementarse en las unidades educativas.
Es tan importante esta herramienta, que puede hacerse con varias técnicas, como hacer una historia de vida, puedo hacer un FODA personal, que me permite examinar mi vida, buscando experiencias de aprendizaje. Puedo, inclusive examinar mis relaciones interpersonales. Puedo hacer todo un análisis de mí y en función de eso proyectarme hacia el futuro. ¿Qué esperanzas y sueños tengo y en función de eso, qué estoy dispuesto a dar? ¿Qué esfuerzos y qué responsabilidades tengo para cumplirlo?
El plan de vida es un proceso en construcción cambiante, que puede iniciar desde la infancia y que requiere un abordaje y de un equipo de apoyo, fundamentalmente con los padres, porque sin padres es muy difícil cumplir.
Trabajar en el plan de vida con todas las técnicas y herramientas de una forma planificada me va a permitir desarrollarme como ser humano. El crecimiento y el desarrollo personal, especialmente en estas edades tan cruciales en donde se tienen que tomar decisiones como qué carrera seguir, sobre si tengo o no relaciones sexuales, consumo o no drogas, tengo o no pareja. El plan de vida debe considerar también estas decisiones. Puedo involucrar, inclusive, a los padres de familia, se puede hacer una plan de vida conjunto con los compañeros.
Haría una invitación a estar atentos, a estar más presentes en la vida de nuestros hijos. A asumir ese rol de padres, de ser padres conscientes.
DV: una de las tareas de la adolescencia, diría que la principal, ya que es el resultado de toda esta etapa de adolescencia, es el proyecto de vida, que puede ser modificable y algo fantasioso en un principio, pero ellos poco a poco lo van madurando. Pero la importancia de esto es, que si tenemos la meta hacia dónde ir, ya podemos tomar las decisiones adecuadas, porque si yo quiero ser un buen profesional, tengo que estudiar, no asistir a esa fiesta porque mañana tengo un examen, por ejemplo. Desde el punto de vista médico, el proyecto de vida es parte de la historia clínica del adolescente, ya que una de las preguntas es si este proyecto está presente o ausente, de qué se trata, y si nosotros vemos a un adolescentes tardío, por ejemplo, que está ya graduándose del colegio y que no sabe qué hará en el futuro, vemos un signo de alerta. Y si no lo vemos en esa etapa, tenemos que actuar sobre ello de la mano de las diferentes disciplinas, justamente, para ayudarle al adolescente a orientar este proyecto.
Sobre las especialistas
- Dra. Diana Ochoa – Psicóloga, Especialista en Adolescencia. Docente e Investigadora en la ESPOCH, Grupo de Investigación de las Sexualidades GIS.
- Dra. Diana Vanegas – Médica Pediatra, Magíster en Salud del Adolescente, Máster en Sexología y PhD en Filosofía de la Salud. Docente y Directora de la Maestría en Sexología de la Universidad de Cuenca.
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