Una cultura de prevención, que involucre a la pareja, los profesionales médicos  y el Estado puede evitar los partos prematuros. La atención oportuna y eficiente a los bebés prematuros, así como un adecuado seguimiento de parte de los trabajadores de la salud  y la familia, pueden mejorar las condiciones de salud y el desarrollo futuro de estos infantes.

En nuestro artículo anterior Partos prematuros y sus riesgos en la salud abordamos los factores que pueden propiciar un nacimiento antes de término, así como las consecuencias que pueden generarse en la salud y el desarrollo del bebé.

La prematuridad incrementa el riesgo de mortalidad en los infantes, pero también existen varias complicaciones para los bebés que sobreviven que pueden llegar a afectarlos de forma inmediata, en las semanas o meses posteriores a su nacimiento o a lo largo de su vida. De igual manera, los padres y el entorno son susceptibles a experimentar diversos impactos debido a un nacimiento antes de tiempo.

Precisamente el papel que juega la comunidad para evitar los partos prematuros, así como en el seguimiento oportuno a los bebés prematuros es una de las claves dentro la prevención de deficiencias y discapacidades en los infantes.

Carlos Alberto Bonilla, médico de El Salvador, especialista en Salud Púbica y VIH y colaborador técnico del Ministerio de Salud de este país, abordó esta temática en la charla “La Prematurez y su Abordaje Comunitario” organizada por la Fundación de Waal y transmitida por Facebook Live, en días pasados.

La planificación del embarazo por parte de la pareja, como una de las herramientas más importantes para disminuir el riesgo de un parto antes de tiempo, fue destacada por el experto.

“La mujer debe buscar asesoría para saber en qué condiciones de salud se encuentra, comprobar si tiene algún factor de riesgo que podría ocasionar un parto prematuro. Tomar en cuenta que se debe esperar de dos a tres años antes de planificar un nuevo embarazo, más aún si se ha tenido un parto prematuro con anterioridad”, señaló.

Entre los elementos de riesgo que se han identificado como capaces de provocar un parto prematuro se encuentran, enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, embarazos múltiples, hipertensión, bajo peso de la madre, abuso de sustancias tóxicas; edad materna (menores de 17 años o mayores de 40), embarazos seguidos sin respetar el periodo intergenésico y estrés materno. (Mayo Clinic, Nacimiento Prematuro, 2018).

El aspecto de la edad de la madre como una de las posibles causas de un parto pre-término también fue comentado en la charla, al resaltar el papel de la Salud Sexual y Reproductiva (SSR), principalmente entre los jóvenes. “Todavía existen tabúes que limitan el acceso a la SSR. No solamente es una tarea del Estado, los padres de familia deben orientar oportunamente a los hijos sobre temas fundamentales como, la sexualidad, el inicio de las relaciones sexuales, el proyecto de vida, ya que un embarazo a temprana edad es un factor de riesgo para la salud de la madre y del bebé en gestación”, manifestó.

La atención oportuna y eficiente a los bebés prematuros, así como un adecuado seguimiento de parte de los profesionales médicos y la familia pueden mejorar las condiciones de salud y el desarrollo futuro de estos infantes.  El Dr. Bonilla sostiene que la prematurez debe enfocarse como un problema de salud pública, que requiere soluciones integrales, que vinculan a la inversión que se realiza desde los sistemas de salud, el compromiso de las familias y la intervención del Estado garantizando desde la política pública el cumplimiento de los derechos del niño.

“Por ello es fundamental la formación de nuevos profesionales que tengan capacidad de tratar a los niños prematuros, como se está realizando en El Salvador, que se encuentra invirtiendo en mejorar la calidad de la prestación de  su personal de salud, mejorando sus destrezas, a través de los diplomados que imparte la Fundación de Waal para un manejo adecuado a los prematuros”, dijo.

Los procesos formativos van más allá de los profesionales de la salud y deben involucrar a las madres y padres de bebés prematuros, quienes deben conocer algunas estrategias y adquirir varias habilidades y conocimientos para atender y dar seguimiento a sus hijos, cuando dejan el hospital e inician su vida en el hogar.

A continuación enumeramos algunas recomendaciones presentadas, a fin de lograr el adecuado cuidado y desarrollo de los infantes nacidos antes de término:

• Conocer y aplicar el método Mamá Canguro, que se basa en el contacto piel con piel entre la madre y el bebé. Se ha demostrado que es una de las prácticas más efectivas para salvar a los recién nacidos en riesgo. (Unicef, 2021).
• Asistir puntualmente a los controles del bebé con su pediatra y con los demás especialistas que su condición requiera, como oftalmólogo, neumólogo, atención de audición y lenguaje, fisioterapia.
• Colocar las vacunas al bebé según el esquema de vacunación para los primeros dos años de vida, a partir de que el niño o niña hayan alcanzado los 2.500 gramos de peso, desde su nacimiento.
• Optar por la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida e introducir la alimentación complementaria de acuerdo a las indicaciones del pediatra.
• Verificar la adecuada ganancia de peso del bebé.
• Mantener una oportuna rutina de limpieza, descanso y juegos con el infante.

Si deseas consultar la charla completa del Dr. Carlos Alberto Bonilla, ingresa aquí:

Charla Prematurez

https://www.facebook.com/FundacionDeWaal/videos/2629632850502658

FUENTES:

Partos prematuros y sus riesgos en la salud, Fundación de Waal, 2022.

Nacimiento prematuro, complicaciones a corto plazo , Mayo Clinic, 2018.

El milagro Canguro: Contacto piel a piel,  Unicef, 2022