La vinculación entre la Fundación de Waal (FdW) y la oficina de Unicef en El Salvador inició en 2018 y se ha afianzado en los últimos 5 años, a través del trabajo conjunto en beneficio de los bebés por nacer, las mujeres embarazadas, los niños y niñas en sus primeros dos años de vida y sus familias.
El Proyecto de Fortalecimiento de Capacidades en Cuidado para el Desarrollo Infantil a personal de salud y familias afectadas por el Síndrome del Zika y otras Anomalías Congénitas en municipios priorizados fue el primer trabajo conjunto entre ambas organizaciones. Surgió de la necesidad de implementar intervenciones enfocadas en la prevención del Zika, padecimiento responsable de ocasionar anomalías congénitas y discapacidades en los niños y niñas, si es contraído por la madre durante la gestación.
Leonel López, director ejecutivo de la FdW en El Salvador, explica que el enfoque de prevención de la Fundación fue clave en el trabajo realizado, puesto que “el virus Zika puede afectar a los niños/as desde el embarazo, predisponiéndolos a malformaciones congénitas y retrasos en el desarrollo. Unicef decidió trabajar también con la perspectiva del Cuidado para el Desarrollo Infantil (CDI) y desde el Marco de Componentes Esenciales de atención; así como con el apoyo a familias con hijos afectados por el Síndrome Congénito del Zika u otras anomalías congénitas”, señala.
Para ello se diseñó una estrategia basada en dos ejes; el primero abarcó la promoción de cambios de comportamiento aumentando las medidas de protección en población en riesgo. Mientras que el segundo, fomentó medidas de cuidado y apoyo a la población más vulnerable, a través del proyecto “Respuesta al Zika”.
Uno de los logros más relevantes de este esfuerzo es la creación de un “Modelo de Atención Integral a la Primera Infancia”. Su construcción se consiguió con la articulación de los sectores de salud, educación, sistema de protección y redes de apoyo, tanto a nivel nacional como territorial. Este modelo involucra de manera corresponsable a todos los actores del proceso y se ha consolidado con las alianzas entre estas instituciones y la comunidad.
Los resultados alcanzados tras implementación del proyecto en 11 municipios de El Salvador, superaron las expectativas iniciales. Se había planteado la capacitación a 3.179 gestantes durante los dos años de ejecución del Proyecto, sin embargo 3.232 mujeres embarazadas recibieron sesiones de consejería para la prevención del Zika, así como información sobre salud, sexual y reproductiva, al finalizar
La meta inicial de llegar a 10.370 niños, niñas y adolescentes con mensajes sobre la prevención y control del Zika, y reducción del estigma y discriminación, se amplió a 10.466 infantes y jóvenes sensibilizados en estos temas.
Un grupo de 557 proveedores de salud, educación y protección fueron capacitados en servicios de intervención temprana, centrados en las familias de infantes afectados por el Zika. Lo que representa 7 profesionales más, de los 550 que estaban previstos en un principio. En tanto que, 32 familias, de 30 consideradas al inicio de la intervención, con niños menores de cinco años, afectados por los impactos de esta enfermedad, con anomalías congénitas y algún tipo de discapacidad, se beneficiaron con intervenciones de cuidado y apoyo.
Uno de los aspectos más exitosos del proyecto fue la difusión de los mensajes de prevención y riesgos de contraer el Zika durante el embarazo. Un total de 763.166 personas fueron alcanzadas con mensajes clave, a través de diferentes canales y medios de comunicación. Esto representa un cumplimiento del 213% de la meta planteada cuando empezó el Proyecto, que había considerado llegar a 357.916 personas.
Formación en Cuidado y Desarrollo Infantil
Durante 2020 y 2021 se fortaleció la alianza con Unicef, con la ejecución del Proyecto Salud Neonatal y Desarrollo Infantil. Esta iniciativa tiene el objetivo de contribuir a la reducción de la morbilidad y mortalidad neonatal, con la implementación de atenciones estándares para el recién nacido y el fomento de medidas de cuidado para el desarrollo infantil de familias vulnerables.
Salud Neonatal y Desarrollo Infantil enfocó una parte de sus acciones en trabajadores de la salud, protección, educación y actores sociales, con el fin de incrementar sus conocimientos sobre el CDI (Cuidado para el Desarrollo Infantil), brindar atención de calidad a familias de niños y niñas menores de 5 años y contribuir con su desarrollo.
El personal capacitado colabora en los Ministerios de Salud (MINSAL) y Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT), Fondo Solidario para la Salud (FOSALUD), Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (ISNA) y el Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia (CONNA; Instituto Salvadoreño de Bienestar Magisterial (ISBM), Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) e Instituto Salvadoreño de Rehabilitación Integral (ISRI).
Talleres, sesiones prácticas y de orientación, visitas de seguimiento, son algunas de las herramientas que fueron empleadas para lograr la formación con la metodología CDI a 1.150 profesionales, 62 promotores y 120 actores sociales dedicados al cuidado de niños.
Es importante destacar que los promotores que recibieron los conocimientos sobre la metodología CDI, residen en 12 departamentos del territorio salvadoreño: Chalatenango, San Salvador, San Miguel, Morazán, La Paz, Cuscatlán, Ahuachapán, La Libertad, Usuluán, Santa Ana, San Vicente y Cabañas
A su vez, la réplica de los conocimientos impartidos a los trabajadores de la salud y educación a las familias de infantes menores de 5años, llegó a 8.833 personas, quienes recibieron orientación sobre desarrollo infantil.
El papel de la Fundación en el desarrollo de las metas planteadas fue fundamental, sobre todo por su amplia experiencia formativa a través de espacios virtuales. La trayectoria de la FdW en este aspecto fue clave, debido a los confinamientos ocasionados por la pandemia del Covid-19 en El Salvador, que motivaron el uso de la tecnología para mantener el programa de capacitaciones.
Mirna Linares, coordinadora técnica de Programa de la FDW en El Salvador, señala que esta nueva colaboración con Unicef “nos permitió fortalecer el relacionamiento institucional, porque a través de las coordinaciones vinculantes a este proyecto, la Fundación ha ido estableciendo nuevas alianzas. Además nos ha permitido un posicionamiento y la diversificación de nuestra atención, así como llegar a nuevos actores”.
Por otro lado, Salud Neonatal y Desarrollo Infantil tuvo otro foco de acción en familias con recién nacidos en condición de prematurez, facilitándoles el acceso a servicios descentralizados de calidad, que incluyen la Estrategia Canguro, Bancos de Leche Humana y Centros Recolectores de Leche Humana, a través de la Red de Servicios de Salud integrados e integrales (RIIS).
Mirna explica que desde el Ministerio de Salud surgió la solicitud de ofrecer a los profesionales de salud, una formación específica en atención a bebés prematuros. “Unicef, entonces, incluyó dentro de su proyecto este curso, que se realizó de forma virtual, con las herramientas y la experiencia que cuenta la Fundación, ya que utilizamos nuestra aula virtual para hacerlo”.
Sobre las metas alcanzadas, podemos contar que 155 trabajadores de salud fueron capacitados para brindar atención al recién nacido prematuro, de acuerdo con las normas nacionales.
Así también, 29 hospitales recibieron insumos para la implementación de la estrategia Bancos de Leche Humana y tres para la aplicación de la Estrategia Canguro, que consiste en que la madre, el padre y los familiares cercanos al entorno del bebé, abracen a los niños prematuros al ubicarlos en sus pechos protegiéndolos como en una faja. El contacto directo de piel a piel ayuda a estabilizar la temperatura corporal de los bebés, mantener su ritmo cardíaco estable y ayuda a mejorar la respiración. (Unicef, 2020).
Una labor que continúa
También en el 2021 se ha mantenido la colaboración entre la FdW y Unicef, con la realización del Proyecto Eliminación de la Transmisión Materno Infantil (ETMI). Esta iniciativa busca sensibilizar a los profesionales con conocimientos y capacidades para la eliminación de la transmisión vertical de madres a niños, de enfermedades como el VIH, sífilis y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
Un grupo de 400 trabajadores del MINSAL fueron capacitados durante ocho talleres presenciales, en los que se difundieron contenidos sobre la importancia de la prevención de agresiones y el manejo adecuado de estas enfermedades en la madre y sus consecuencias en el bebé por nacer.
Existe un elemento que ha sido permanente y transversal durante esta alianza iniciada en 2018. Se trata de la formación simultánea realizada desde el Programa PreNatal, subvencionada por Unicef, para llegar a un total de 1.100 personas formadas en los niveles básico, medio y diplomado, que ofrece la FdW.
Los beneficiados de esta capacitación son principalmente profesionales del sistema nacional de salud, educación y protección de El Salvador, que han recibido los conocimientos incluidos en los distintos niveles de formación y que se ven reflejados en 14.665 Acciones En Servicio (AES) del Programa PreNatal, con su respectivo alcance y mejoras en los conocimientos, actitudes y prácticas saludables en la población en edad reproductiva.
La construcción y consolidación del trabajo entre la Fundación y Unicef en territorio salvadoreño continuará, “Unicef está muy interesado en posicionar el tema del Cuidado para el Desarrollo Infantil y nosotros como socios hemos implementado este enfoque en sus acciones. Creo que esta visión se seguirá insertando en diferentes proyectos de Unicef, lo que significa que seguirán visualizando a la Fundación como un socio para facilitar sus objetivos, Sin olvidar que este enfoque está considerado dentro de la Ley Nacer con cariño y la Política Crecer Juntos, siendo su implementación una de las prioridades de país”, manifiesta Mirna Linares.
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